ÁMATE A TI MISMO COMO TE GUSTARIA QUE TE AMEN.

7 Leyes Conscientes para comenzar a Amarte como te mereces.


Amate-A-Ti-Mismo-como-te-gustaría-que-te-Amen.

“Amarse a uno mismo es el comienzo de un romance de toda la vida.” 

Oscar Wilde.


¿Qué aporte podríamos dar a los demás si nos amáramos y respetáramos a nosotros mismos primero? 

Aquí hablaremos de la importancia del amor hacia uno mismo y del ejemplo que todo ser humano debe dar amándose en primera instancia para luego poder amar a los demás. Todo aprendizaje en la vida comienza en y por uno mismo. De la misma forma, el amor verdadero y honesto se basa en reflejar su belleza desde su interior.


Los fundamentos del bienestar personal residen en la capacidad que tengamos de aceptarnos y mimarnos a nosotros mismos. Un espíritu sano es un espíritu libre. La ataduras que nos auto-imponemos, las preocupaciones cotidianas y las presiones culturales, reafirman la premisa de que sin amor propio no se obtiene felicidad.


Amarse a uno mismo nos hace pensar en nuestra propia existencia. La razón de nuestro existir, el origen que nos impulsa a vivir como vivimos y a relacionarnos con quienes nos emparentamos. Porque el bienestar deviene de nuestro interior. El concepto que tengamos de nuestra persona repercutirá en todo lo que nos propongamos hacer. Ser indulgente con uno mismo, no sobre-exigirse más de la cuenta, no amoldarnos a falsas creencias, y valorar nuestro esfuerzo cotidiano, son principios fundamentales en la vida. 


Existen pautas básicas que nos ayudan a encontrar nuestro zenit espiritual, el equilibrio entre lo que somos y lo que aspiramos ser. Aquí he reunido 7 leyes conscientes para amarse a uno mismo:



  1. Asumir nuestra condición de ser

Ser audaces en mostrarnos tal cual somos, sin tapujos y sin disculpas. No vivir pendiente de las normas culturales que se nos imponen como regla sine qua non. Los modelos a seguir de los medios de comunicación son malversaciones de la sociedad, falsos conceptos para inducir al consumo y fomentar la riqueza ajena. Somos lo que pensamos de nosotros mismos

Es importante pensar entonces en las palabras adecuadas al momento de hablar con nuestro yo o calificar nuestra personalidad. Las palabras son muy poderosas y la mente las asume literalmente como verdaderas. 

Por tanto, es imprescindible tratarnos con amor y comprensión, hablarnos con palabras de aliento que nos reflejen como personas empáticas, inteligentes y tan capaces como cualquier otra. 

El amor a uno mismo sin condiciones comienza por ser conscientes en cada momento de cómo nos tratamos a nosotros mismos. 

Acéptate como realmente eres. Sé auténtico. Ámate a ti mismo como te gustaría que te amen.


  1. Respetarse a uno mismo para respetar a los demás. 

Tener responsabilidad de nuestros actos es respetar nuestra condición de humanos. Respetarse es respetar a los demás. Cuando uno tiene conciencia plena de sus acciones tiene la capacidad de comprender la acción del otro. De esto surgen el entendimiento y la comprensión ajena. Esto es humanismo. La comunión, el ida y vuelta, como el yin yang. Todo tiene causa y efecto. El no ser conscientes de ello, nos hace inconscientes y torpes.

Respetar al otro comienza por respetarse a uno mismo. Si no has aprendido a amarte primero y a respetarte como el ser divino que transita su humanidad en esta tierra, no podrás respetar a los demás debidamente. Todo comienza por uno.


  1. Ser fiel a nuestros valores morales. 

Nuestra integridad es nuestro valor más preciado. Ser fiel a aquello que moralmente nos represente e inspire a ser mejor persona es la base de una vida saludable y madura que nos permite, entre otras cosas, relacionarnos con sinceridad. 

Todo valor es una virtud, un principio elemental que rige nuestro comportamiento cotidiano considerando al otro como un semejante. Sin valores humanos no hay reciprocidad vital. 

Somos el espejo del otro. Es nuestra responsabilidad identificar nuestros valores en la vida para actuar en coherencia y forjar nuestra propia integridad.


  1. Abrir la mente a nuevas experiencias. 

Liberarse de los condicionamientos sociales y saber que el fracaso es sólo una ilusión, un nudo mental que hay que aprender a desenredar. 

Comprender que la vida, en definitiva, es un estado mental. Todo es una cuestión de actitud. 

No ser víctimas de nuestros errores y disfrutar de las divergencias. Darse la oportunidad de conocer gente nueva, aunque uno no comparta su filosofía o forma de ser, porque uno aprende de las diferencias. Así se crean nuevas experiencias de vida que nutren nuestra sabiduría interior.


  1. Admitir nuestra imperfección como algo hermoso. 

La belleza está en la imperfección misma de nuestra ignorancia. Esto no significa rendirse a nuestras limitaciones intelectuales o físicas sino aspirar a ser mejores y superar día a día nuestras capacidades.

La belleza es una percepción del alma. Su pureza la hace vislumbrar de formas maravillosas. Es un reflejo de nuestro interior. Por tanto, nutrir nuestro espíritu es tan importante como nutrir nuestro cuerpo y nuestra mente con amor.


  1. Reconocer nuestras habilidades y fortalezas. 

Todos tenemos talentos naturales que sabemos hacer mejor que otros. Desarrollar nuestro potencial innato deja fluir la creatividad que tenemos dentro y nos inmersa en un mundo de constantes retos que resultan placenteros de sortear. 

Identificar nuestras fortalezas nos ayuda a regocijarnos en nuestra condición de humanos, aceptarnos como realmente somos, afirmando nuestra identidad y nos hace evolucionar como personas.


  1. Afianzar nuestra autoestima. 

Es un trabajo incesante. Valorarse con todos los defectos y virtudes es esencial para amarse a uno mismo. Es el regalo más grande que podemos hacernos. 

Para esto se necesita transformar el miedo, que surge de la falta de seguridad y confianza en nuestra capacidad de éxito, en entusiasmo. La clave es convertir ese miedo en una ventaja para reformular la ansiedad que nos produce en una afirmación positiva. En lugar de pensar: 


“Tengo miedo de ser juzgado y pasar vergüenza”.


En cambio, reformula tus pensamientos negativos de forma constructiva: 


“Estoy entusiasmado por conocer gente nueva porque me va a permitir conocerme más a mí mismo y fortalecer mi autoestima.”


El auto-cuidado es un trabajo constante de toda la vida. La consciencia se crea momento a momento, día tras día, año tras año. 

Aumentar la auto-estima requiere del esfuerzo cotidiano de amarte a ti mismo incondicionalmente.


“Todo cambio comienza en ti”.


Descarga gratis la Guía Consciente para Amarte a Ti Mismo.

Espero que estas reglas conscientes te hayan resultado interesantes para ponerlas en práctica y elevar tu estado de consciencia para poder amarte como te mereces.

¡Gracias por ser parte de este Elixir D Vida!


Comentarios

Entradas más populares de este blog

¿CÓMO ADQUIRIR UNA AUTO-CONFIANZA INQUEBRANTABLE?

CUANDO EL PERFECCIONISMO SE CONVIERTE EN UN IMPEDIMENTO.

RITUALES DE SANACIÓN PARA CURAR EL ESPÍRITU Y ELEVAR LA CONSCIENCIA.