PULSA EL BOTÓN DE REINICIO A TU VIDA.

Haz un Stop y Reset a tu Vida.

ES MOMENTO DE VOLVER A LA SIMPLEZA Y LA PRACTICIDAD.

¿Tu rutina diaria te exige más de lo que muchas veces puedes dar? Te enseño 3 técnicas de simplificación para mejorar tu vida diaria y no morir en la frustración. 

Sobrecargas de tareas y problemas conviven con nosotros las 24 horas del día con todo el peso del raciocinio.

Es tiempo de volver el tiempo atrás, al rellano donde impera la sencillez en cada aspecto de tu vida. Donde la frustración de las bifurcaciones no se divisa y la claridad del terreno permite aliviar los pensamientos de culpas o miedos y hacer lo que es verdaderamente importante para ti.

Detente un momento, pulsa el botón de resetear y empieza a tomar el control de tu vida adoptando la simplicidad como ideología. 

Simplicidad

LA GUERRERA SIN ARMADURAS

¿A qué nos referimos con Simplicidad?

La simplicidad es la cualidad de lo simple, sencillo, puro, flexible, y nos referimos a ella al hablar de la eliminación de lo innecesario, calidad sobre cantidad, una vida sin complicaciones, simple no por poca cosa sino por ser intrínsecamente intencional y funcional, reinada por el orden tanto material como emocional, siguiendo el curso natural de las cosas, sin retóricas ni presunciones, que piensa más de lo que habla, que hace más de lo que dice.

“ La simplicidad de los actos hace a una persona sabia”.

 

Muchos prefieren categorizar a una persona como “sencilla” tomándole el pelo, como si fuera ignorante de sus circunstancias.  Cuando en realidad, es todo lo contrario. 

La simplicidad es una decisión intencional en desarrollar nuestra vida sin demasiados intermediarios entre nosotros y aquello que queremos lograr.  Es elegir una forma de vida y no conformarse con lo que nos es impuesto. 

Mientras la mayoría se deja llevar por la vertiginosidad del mundo material y es esclavo de la tecnología, otros deciden parar para observar el cielo y caminar hacia sus sueños con apacible sencillez. La tranquilidad es insoslayable. Todo lo que una vez fue ruido ensordecedor de la rutina diaria ahora es silente consciencia. Porque cuando eliges por ti mismo un cambio en tu vida, encuentras tu esencia más elemental: tu yo. 

Simplicidad versus Complejidad

La intención con la que decides vivir es la fuerza motora para alinear tus principios y valores a tus acciones. Vivir sencillamente es contemplar belleza en donde otros ven complejidad. Es vivir con autenticidad y conducirse de manera flexible, sin rigidez ni obstinación. Es la capacidad de pensar con creatividad y plasticidad para fluir ante la vida sin condicionamientos.

“La simplicidad es la complejidad resuelta”.  

 

Principios de simplificación para mejorar tu vida.

No hay que subestimar el poder de las cosas simples de la vida. Al adentrarnos en busca de la simplicidad buscamos nuevas formas de descomponer problemas y dificultades para encontrar acciones que faciliten nuestro día a día. Esta nueva forma de simplificación no sólo alivia nuestra carga emocional y mental sino que le da un orden de jerarquía a nuestro espacio en donde cada cosa cumple una función específica. 

Todo depende del valor que le otorgues a cada cosa, objeto, acción o pensamiento. Podemos considerarlo como un arte ya que, al re-configurar la mente con nuevos paradigmas de simplicidad reformulamos el valor que le otorgamos a cada función que cumplimos en cada aspecto de la vida. Transformamos nuestra perspectiva interior para trasladarla al afuera.

Para iniciarte en el camino de la sencillez y la humildad puedes seguir estos 3 principios para simplificar tu vida:

1. Haz una Pausa y Reinicio a tu vida.

Di basta a los enredos mentales sin sentido que sólo inducen a la confusión y al estrés y permite el paso a la reflexión y la profundidad del espíritu. Nadie dijo que la simplicidad no es cosa seria. Haz una pausa rotunda para dar lugar a la emoción y luego la emoción conducirá a la claridad de pensamiento.

Pulsa el botón de Reinicio: ¿Qué cosas me hacen feliz? ¿Qué colores son mis preferidos? ¿Qué me gustaría hacer de este espacio? ¿Qué función quiero que cumpla este objeto? Formular preguntas es un buen comienzo para reflexionar sobre tus prioridades.

Comienza plasmando tus respuestas en papel. Es un hecho que al hacerlo, las posibilidades de éxito aumentan considerablemente. Ya estás a medio camino.

La clave está en la facilidad con que fluyas. Si la acción que realizas te sale con facilidad y lo sientes más desde tu lado emocional en lugar de tu mente racional, significa que lo estás haciendo muy bien. El primer paso está dado. 

2. Elimina la carga emocional en todos los aspectos de tu vida. 

Dale valor a las cosas realmente importantes, priorizando qué es lo que te hace bien y qué no, y en tal caso, ver qué se puede mejorar. Elimina todo lo que te imponga malos recuerdos o sea susceptible al cambio. Deshazte de viejos patrones de conducta negativos: ideas, creencias, puntos de vista, que frustran tu felicidad.

Dale un giro de vuelta a tu perspectiva: ¿vale la pena continuar con esta forma de pensar si siempre me lleva a un mismo resultado? Si tu reacción con respecto a algo es auto-destructiva es momento de cambiar. 

Ya tienes en papel tus prioridades, sólo hace falta ponerlas en acción con el corazón. 

En la medida en que formes nuevos hábitos saludables encontrarás mejores motivaciones para seguir cada vez más y afianzar así la seguridad en ti mismo. 

3. Implementa el Minimalismo en tu hogar.

Ya has asumido la simplicidad como estilo de vida. Has reformulado tus valores y propósitos. Ahora es hora de lucir tu nueva forma de expresión. 

Algunos dicen que la simplicidad es la máxima sofisticación o la clave de la verdadera elegancia. El minimalismo es una forma de simplificar tu espacio reduciendo el volumen de tus pertenencias. Sea ropa, objetos de decoración del hogar, libros, alimentos, fotos, etc. 

No te apegues a algo porque sí. Pregúntate si honestamente es funcional e importante en tu vida HOY. Deshazte de tantas opciones que lo único que hacen es acumular espacio y sobrecargar tu mente. 

Cuando veas el espacio que has adquirido podrás darte cuenta de que lo esencial es invisible a los ojos, como dice El Principito. Es en ese momento en el que tomas consciencia de la magnitud que tiene la simpleza en tu hogar cuando comienzas por simplificar tu interior para luego hacer lo mismo en tu espacio exterior. Muchos suelen comenzar al revés, primero por el exterior y se quedan a medio camino, indecisos y confundidos, cuando se dan cuenta que la mayoría de sus tensiones y saturaciones provienen de su interior. Por este motivo, su intención de cambio externo dura muy poco.

Comienza por minimizar tu bagaje mental y emocional para luego reflejarlo a tu vida diaria, a tu rutina, a tus relaciones interpersonales, a la forma en que observas la vida con intensidad. Así todo tendrá un sentido más auténtico ya que tus acciones y pensamientos convivirán con total coherencia.

La simplicidad es tu oportunidad de cambio personal. No te compliques la existencia con redundancias sin sentido.

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“De pureza me alimento y de simpleza me contento”.

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¿Te ha funcionado el botón de reinicio?  Cuéntame tu experiencia personal.